El tratamiento más adecuado en el caso de personas con pies en garra, suele ser el uso de plantillas, separadores y, en los casos más graves, el único remedio posible pasa por el quirófano.
En cuanto al calzado a emplear, deben considerarse los siguientes aspectos:
- Debe ser flexible, adaptándose correctamente al pie.
- No deben emplearse tacones superiores a 5cm en ningún caso.
- El tobillo debe estar libre, a excepción de las botas donde, obviamente, no es posible.
- El empeine debe ser firme, pero con una cierta flexibilidad.
- El talón debe seguir los mismos principios del empeine, no siendo excesivamente rígido.
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